• Motivo de la consulta: TDAH (trastorno por déficit de atención), problemas de concentración y atención
  • Escenario de realidad virtual: Pradera

J era un niño de 8 años con TDAH (trastorno por déficit de atención) que, según sus padres y tutores de la escuela, presentaba serios problemas a la hora de atender cuando se le hablaba y le costaba mucho concentrarse en cualquier tipo de tarea activa que se le pidiera. Sus seres más cercanos le describían como un niño “inquieto” y nervioso, al que no le gustaba estar con una sola cosa más de un pequeño rato. Ya había sido derivado a múltiples profesionales antes, pero no hubo progresos significativos dado que A perdía el interés en el tratamiento con facilidad y no se implicaba.

Decidimos que un caso como el de J con claros síntomas de TDAH (trastorno por déficit de atención) podría beneficiarse de una sesión con el entorno virtual de la pradera, originalmente diseñado para aplicaciones de Mindfulness. Cuando introdujimos por primera vez a J en el escenario, mostró una enorme fascinación y captamos su interés instantáneamente. A partir de ahí, logramos que su completa implicación durante todo el proceso facilitara gradualmente la obtención de muchos y significativos progresos en las tareas de atender a estímulos.

A pesar de la notoria hiperactividad que presentaba antes, cuando se ponía las gafas lograba calmarse lo suficiente como para seguir las instrucciones de los ejercicios, lo cual también favorecería su capacidad de escucha y concentración a lo largo de la tarea.

Al final de la sesión y tras quitarse las gafas, J seguía manteniendo su estado de calma sin regresar a los elevados niveles de activación que presentaba al inicio de la sesión. También nos informó de que le había encantado la experiencia y le haría mucha ilusión hacerlo otra vez en el futuro.