• Motivo de la consulta: Miedo al mar, evitación de situación que implican meterse en el agua.
  • Escenario de realidad virtual: Relajación bajo el mar.

 

Cuando R llegó a nuestra consulta hace unos meses, nos contó que le tenía un miedo terrible al mar desde pequeño y que la idea de meterse en el agua de cualquier playa le causaba terror. Esto fue a
razón de un accidente traumático que tuvo a la edad de 11 años, en el que fue atacado por un tiburón marrajo mientras hacía submarinismo con su abuelo. Lo que en su momento fue su hobby y pasión, se convirtió rápido en un trauma que le impedía por completo bañarse en la playa e incluso le inducía aversión a otras actividades acuáticas en otros contextos.

Entre sus muchos miedos, destacó que le invadía constantemente la idea de que cualquier animal (no necesariamente un tiburón) le pudiera atacar repentinamente mientras él estaba en el agua. Decidimos exponer a R a múltiples sesiones de relajación con un entorno convenientemente útil para este caso: el de relajación bajo el mar. Dado que era la primera vez en muchos años que se veía en un entorno submarino, mostró niveles de ansiedad elevadísimos al principio, de 9 en una escala del 1 al 10. Es por ello que fuimos integrando ejercicios de respiración diafragmática varias veces durante la sesión, hasta que la ansiedad fue bajando gradualmente hasta 3.

Una vez finalizada la sesión, R nos informó de que se sentía mucho mejor y se alegraba de haberse mantenido calmado en los momentos que más tensión le producían al principio, entre éstos sobretodo el de cuando pasa el tiburón. Afirmó que no podría haberlo logrado de otra manera, ya que la exposición por imaginación no le había funcionado y la real ni se la planteaba.