• Motivo de la consulta: miedo irracional a las alturas, Acrofobia
  • Escenario de realidad virtual: Ascensor externo

 

Me parece interesante compartir el caso de una paciente de 52 años que acudió a terapia psicológica para superar una total limitación para efectuar el deporte de montañismo. Aficción que compartía con
sus amigos y con su propio marido, el cual se sentía frustrado por no poder contar con su pareja en las excursiones en grupo.Ella presentaba síntomas de Acrofobia o miedo irracional a las alturas, una afectación que había incorporado de forma progresiva pero muy rápidamente, en unos meses, a raíz de ver a su nieto de 2 años en una situación de riesgo cuando se asomaba a una ventana.

Ésto le afectó mucho y empezó a desarrollar de forma irracional más temor a las alturas, de forma que cada vez soportaba menos cualquier tipo de altitud, ni siquiera subirse a una escalera o mirar por el
balcón de su casa a la calle.

El hecho que precipitó que se decidiese a buscar ayuda fue que el grupo excursionista al que pertenec había preparado con mucho esmero una salida de montaña en la cual había diferentes parajes con vistas impresionantes y que a ella se le antojaban imposibles.

Empezó a tener episodios de ansiedad anticipatoria que se agravaban a medida que se aproximaba el día de la salida.

La paciente presentaba además gran desesperanza, no creía que pudiera nunca volver a superar la visión de una altura sin tener un ataque de pánico que le dejara bloqueada tal y como le iba sucediendo
cada vez con más gravedad y asiduidad.

Realizamos un total de 3 sesiones, en dos semanas. La metodología empleada se centró en el uso de la exposición a la realidad virtual a las alturas, gracias a ello pudo experimentar las sensaciones
vívidas necesarias para conseguir un estado semejante al que le sucedía realmente. A partir de ésto pudimos trabajar los estados de ansiedad hasta reducirlos y provocar una habitación que luego sería generalizada a los entornos en el exterior, es decir: el control que consiguió en las sesiones lo pudo trasladar a las situaciones reales que yo le recomendaba que
realizara como parte de la terapia.

Después de la tercera sesión, al siguiente día, se fue a la excursión. Me escribió un mensaje desde lo alto de un acantilado, estaba disfrutando de nuevo de los paisajes, de su afición y, sobretodo, había conseguido librarse del miedo a las alturas. Su marido estaba encantado, claro. La realidad virtual nos proporciona posibilidades de mejorar nuestra intervención y la recuperación más rápida y efectiva de nuestros pacientes. Aprovechemosla!!

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies